domingo, abril 12, 2009

Aprender en la escuela, mucho más que aprender en el aula

Acerca de las diferencias entre enseñar en el aula y enseñar en la institución.

Hace muy pocos días, me ha llegado, vía Google Reader, un estupendo trabajo de un docente secundario español, Boris Mir, quien realiza un estupendo ensayo para definir una propuesta para las competencias digitales.

Boris, en su blog La Mirada Pedagógica, afirma que esta propuesta trata de encontrar un equilibrio entre diferentes visiones existentes en torno al desarrollo de la competencia digital que emana de los nuevos currículums escolares de educación primaria y secundaria en Catalunya, que son muy parecidos a los del resto de España.

Esta es la presentación embebida de Boris (gracias a Celestino Arteta):


El autor sugiere en su post que las respuestas se transformen en posts en otros blogs. Aquí va mi agregado de valor.

La sensación que me trajo esta propuesta, es que es técnicamente impecable. De hecho, como docente planificador de mis actividades aúlicas, pretendo recuperarla (al menos en parte) para mis planificaciones anuales.

Sin embargo, me parece que sin una visión institucional del uso de las TICs en la institución, será otra herramienta involuntariamente diseñada para escolarizar (en el peor de los sentidos) a las nuevas tecnologías, para seguir anclando los alumnos a los bancos.

Es clave tener una dimensión institucional en esta propuesta. E incluir en el aula esta dimensión institucional. Estoy seguro que Boris coincidirá con este planteo que solo pretende complementar su trabajo. A manera de contribución, recurro a los ocho ejes sugeridos en mi presentación en el seminario E-competencias de FLACSO México en 2008.
  1. La economía de la atención y la multicronicidad
    (El orden emergerá de una red de fuentes dispares y desorganizadas, conectadas por las personas. El orden surgirá de las redes)
  2. La gestión del caos y la flexibilidad
    (Personas y organizaciones sólo pueden tener éxito en tanto sepan nadar en la incertidumbre de estos tiempos. Allí no hay lugar para el estándar. Ser capaces de desaprender y cambiar de rumbo Menos memoria y mas habilidades para relacionar contenidos, adaptarlos a diferentes contextos. Resolver situaciones y tareas no rutinarias. Reinventar los modos de hacer las cosas remixando competencias. No ejecutar tareas con habilidades. Abrazar lo desconocido. No quedarse inmóviles, emplear el beta permanente)
  3. Las tecnologías de la inteligencia
    (Creaciones técnicas que no van dirigidas a producir cosas, sino a permitir que el cerebro humano se organice y funcione de manera distinta. Este proceso mental, consciente y activo, permite integrar las tecnologías en la visión, valoración y construcción del entorno personal y organizativo, de la “ciudadanía móvil”, soportada en toda la infraestructura infotecnológica.)
  4. La información fragmentada
    (Poder determinar la cantidad de información de calidad realmente necesaria. Encontrar calidad en el conocimiento obtenido a través de la información de fácil acceso. Localizar, identificar y evaluar posibles mentores o profesores en línea. Adaptar el conocimiento lineal y argumental de los periódicos, de los libros, del cine e incluso del cómic, a la realidad fragmentada de Internet.)
  5. La importancia de la afectividad
    (El individuo, más allá de las competencias tecnológicas, debe operar a nivel emocional. Debe ser un maestro en competencia comunicacional. Quien no seduce o persuade no influye. Los líderes asumen el papel de conectores, ganan respeto del resto en base a su conocimiento y su capacidad de comunicación y mediación. Lideran por convicción y no por jerarquía, su trabajo es especialmente complicado y requiere empatía y saber escuchar y conversar.)
  6. La personalización
    (El individuo debe poder generar su propio entorno personalizados de aprendizaje, como espacio de información, producción y comunicación. Debe reflexionar acerca de como lo utiliza, estar atento a los nuevos servicios que se ofrecen para el mismo, tener la flexibilidad necesaria para potenciarlo, y, eventualmente, crear nuevos servicios para sí mismo y su entorno)
  7. Las comunidades de práctica y las redes
    (El individuo debe ser consciente de su entorno, poder establecer nuevas relaciones, nuevas comunidades, y nuevas expresiones acerca de su identidad. Debe poder buscar establecer patrones en redes, teniendo la capacidad de explorar rápidamente una jungla con demasiada información, pasando del registro a la comunicación y a la anticipación (alerta temprana). Estar dispuesto a compartir su trabajo y su aprendizaje, construyendo y potenciándose a partir de procesos intelectuales transparentes, explicitando su conocimiento tácito y el de su entorno)
  8. El valor de las relaciones
    (Acceder mejor y más rápido a la información - No tratar de tecnología, tratar de los cambios que ésta facilita - No ocultar los conflictos; los asumen y debaten, explicar los problemas, las dudas e incluso los fracasos. - Cultivar una red de relaciones y emplearla para darle mejores usos mediante su remezcla, ajuste (tunning) y uso creativo. - Pasar del procesamiento de datos, al procesamiento de habilidades. De la integración de información al remix de talentos - Saber contar historias, transmitir entusiasmo, comunicar con sentido del humor)
Estos ejes, en los que nos hallamos subsumidos, de alguna manera parecen distorsionar los criterios de Boris, basados en dimensiones y capacidades.

Y entiendo que la manera de incluirlas en lo cotidiano es a partir de actividades y casos de estudio, algo que habitualmente viene "más abajo" en la secuencia del planificador didáctico, y que entiendo toma preeminencia, sobre todo a partir de otorgar a los ejes enumeradas una importancia estratégica institucional. Sin una institución que sea un ecosistema de aprendizaje no hay garantía de aprendizaje sostenible.

Para finalizar acerco un gráfico publicado en el trabajo School's Over: Learning Spaces in Europe in 2020: An Imagining Exercise on the Future of Learning, cuyo título ilustra mi visión, y que muestra cinco cualidades clave de los nuevos espacios de aprendizaje.



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1 comentario:

Boris Mir dijo...

Muchas gracias por tu aportación, Guillermo. En efecto, siempre hay que vigilar que los saberes no sean escolares y que tengan escaso impacto en la "vida real" de los alumnos. Creo que tu propuesta se refiere a otro aspecto del tema y es muy complementaria.

Acabamos de abrir un espacio para la mejora de la propuesta en:
http://competenciadigital.wikispaces.com/Te invito a incorporarte a ti y a tus alumnos y a aportar vuestros conocimientos sobre el tema.

Y muchas gracias también por tu generosa valoración del post original!

Un abrazo fraterno,

Boris